4 pautas para una identidad de marca inclusiva
Sencillas, practicas y “para toda la familia”.
Marcar la diferencia desde una convicción social en tu branding.
Inclusidad en la identidad de marca
Somos personas diferentes
- Diversidad capacitiva.
- Edad
- Ecosistema social y cultural
- o gustos entre otros
Accesibilidad
- Los términos del lenguaje. Han de ser accesibles y o sencillos, y sobre todo adaptados al público al que te refieres.
- Tener en cuenta posibles dificultades cognitivas
- Problemas de visión, que pueden ir desde una presbicia a una incapacidad. Para ello es importante el uso correcto de las tipográfias, en tamaños, contrastes y formas. Si hablamos del terreno digital, el correcto etiquetado de imágenes, por ejemplo, ayuda a que esto no ocurra y que los programas de lectura para estas personas puedan proporcionar el máximo de información al respecto de lo que se visualiza en sus pantallas.
- Diseñar para las personas. Esto es fácil de explicar por ejemplo en un museo. A él acuden infinidad de visitantes que necesitan leer la información de una exposición por ejemplo, bien en dicho caso, si los textos están muy altos, el alumnado de primaria, por ejemplo, no podrá leerlo, no está a su altura de visión, lo mismo pasa con una persona con silla de ruedas. Parece un ejemplo tonto, pero es básico para entender que la inclusividad va más allá del color de la piel, o del género.
Lo que no se nombra o presenta no existe
Si bien es cierto que en trabajos tales como los de oficina o con empleos sexualizados como la enfermería (cuidados) las mujeres aparecemos, dejamos de hacerlo cuando se habla de desempeños agrícolas por ejemplo, relacionados con el motor, o la logística. Y esto mismo ocurre en el deporte, donde por ejemplo la gimnasia artística masculina no se nombra y existe. Como ejemplo, hay una campaña que realicé para la Federación Guipuzcoana de gimnasia, donde si visibilizaba esto, y no solo ello, sino también que cualquier persona sin necesidad de tener o no un género puede practicarla.
Sexualización
En la industria musical no hay día que en videoclips se vean hombres rodeados de mujeres exuberantes sin apenas ropa. ¡Ojo! las mujeres en nuestra libertad podemos hacer lo que creamos conveniente, el problema está en cuando eso se hace como herramienta de venta, de posicionamiento o de alardeo.
Otro ejemplo es el “impuesto rosa”. Poca responsabilidad hay en emplear esos colores para denotar que son para mujeres, y además añadirle una sobre estimación de costo como pasa con los productos de primera necesidad de higiene femenina como compresas, tampones… o yogures para el tránsito intestinal… que los hay.
El encasillamiento cromático de niñas rosa, niños azul está obsoleto, si somos inclusivos hemos de decir que hay personas que determinan que no tienen sexo, o que poseen los dos, contemplar esta realidad es ser inclusiva, tener responsabilidad, nombrar lo que existe, esto es ser una marca inclusiva.
Diseño con mentalidad inclusiva en la identidad de marca
Comunicación adaptada a la sociedad actual, nombrando la realidad de la calle, y no solo el aspiracional genera una arraigo con las marcas y una solidez en el universo de marca que de otra manera no se consigue.